Se trata de un señor llamado; Legrand. Este,
en compañía de su esclavo; Júpiter, va en busca de un tesoro que descubrió al
encontrar un excepcional escarabajo y al enseñarle un dibujo de este a su único
y mejor amigo; el narrador, descubrió que el escarabajo tenía forma de una
clavera.
Júpiter fue en busca de la
ayuda del mejor amigo de su amo para ver si podía sacarlo de las alucinaciones
que tenía su señor. Este, fue a socorrer a su amigo y al encontrarlo, Legrand
le mostró el escarabajo y le propuso que lo acompañara a una expedición que
haría con Júpiter, a él le pareció absurda la idea pero lo acompañó.
Después de dos horas de
recorrido llegaron al lugar en el que deseaba estar Legrand; durante la caminata Legrand no ofreció explicación alguna, “actitud que
preocupaba cada vez más a su amigo” en aquel sitio pidió a Júpiter que trepara
en un árbol llevando con él al escarabajo, Júpiter subió y encontró una
calavera.
Legrand le indicó que por el ojo izquierdo de
la calavera dejara caer el escarabajo y Júpiter obedeció y excavaron hasta que
por fin después de un rato encontraron unos esqueletos y un baúl que contenía
un tesoro.
En ese instante Júpiter dejo
de despreciar al escarabajo y descendieron la montaña hasta llegar al lugar
donde habitaba Legrand, e hicieron un calculo de todos los objetos que contenía
el baúl; minutos después este le recordó que la noche en que él dibujó el
escarabajo de oro en el pergamino y se lo enseñó, su amigo afirmó que parecía
una calavera.
Legrand observó de nuevo el
pergamino y se percató de que la figura que su amigo miraba, era efectivamente
una calavera, pero que él no la había dibujado, y al colocarla en contacto con
el calor le revelaron el secreto de dicho tesoro, aquello tenía algo que ver
con un conocido pirata y que los
esqueletos que habían encontrado eran posiblemente de las personas que ayudaron
a cavar el hoyo.
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