La
tía Leonor tenía el ombligo más perfecto, su vientre planísimo,
una espalda pecosa y unas caderas redondas y firmes. Quién la
vieron cuentan que sus piernas eran largas y doradas, que fue
imposible mirarle la cintura sin desearla entera.
A
los diecisiete años se casó con Alberto palacios notario riguroso y
rico.
El
cariño que el notario, llegaron a la panza de tía Leonor primero
una niña y luego dos niños.
No
podría ser mejor la vida en esa familia. La gente siempre hablaba
bien de ello, eran la pareja modelo.
Quizás
todo hubiera seguido por el mismo camino si a la tía Leonor no se le
ocurre comprar nísperos un domingo.
Muchas
tardes, cuando era niña, la tía Leonor trepo al níspero de casa de
sus abuelos.
Estaba
prohíbo que las niñas subirán en al árbol, pero Sergio, su primo,
eran un niño de ojos pecoses, y labios delgados.
Volvió
a la casa con ellos, se los enseño a sus hijos y los sentó a comer.
Solo
hasta ese momento se dio cuenta de que algo le había arrancado el
día que le dijeron que los primos no se pueden casar.
La
certidumbre en todo el cuerpo de que el primo le Asia templar su
perfecto ombligo no estaba prohibido.
Una
tarde se lo encontró caminando. Ella salía de la iglesia de santo
domingo con un niño en cada mano.
-si
no hubieses salido corriendo aquel sábado en casa de los abuelos
este par seria mío.
-dijo
Sergio dándole un beso.
-vivo
con ese arrepentimiento. Contesto la tía Leonor.
La
tía Leonor noto el desconcierto en sus ojos, en la lengua con que se
mojó un labio.
La
hacienda de arroyos zarco era larga franca de tierra .El paisaje era
verde durante todo el año. Llovía con tanta naturaleza que nadie
nunca tuvo la ocurrencia de taparse.
La
tía Elena vivió poco tiempo bajo esas aguas. Primero porque no
había escuelas cercas y sus padres la mandaron al colegio del
sagrado corazón en la ciudad de Mexico.Luego, cuando había
terminado con honores estudios de aritmética, gramática, historia,
geografía ,piano ,costura ,francés y letras de piquitos: cuándo
acababa de regresar al campo desasosiego feliz de vivirlo, tuvo que
irse otra vez porque llego la revolución.
Cuando
los alzados entraron a la hacienda para tomar posesión de sus
planicies, el papa de la tía no opuso resistencia. Entregó la
casa.
Luego
se llevó a la familia a teziutlan acomodada en un coche y casi
sonriente.
Siempre
había tenido fama de ser medio loco, cuándo aparecieron en el
pueblo intactos y en paz , las otras familias. Estuvieron seguros de
que Ramos Lanz tenía algo que ver con los rebeldes .No podría ser
casualidad que no quemaran su casa ,y que sus hijas y que la mujer no
lloraran
Cuando
caminaba por el pueblo, conversadores y alegres como si nada les
hubiera pasado.
Solo
un día lo vieron intranquilo paso horas frente el escritorio.
La
tía lo miraba, sin abrir la boca. De repente lo vio conforme.
-¿ya
está la cena? -le pregunto.
-voy
a ver-le dijo ella.
Todo
era vasto, incluso en eso tiempos de escases su madre cocinaba siete
platillos.
Elena
pidió permiso para levantarse ante de termina su pan de azúcar.
La
tía Elena cogió un chal y bajo las escaleras. En el momento que
dijo su padre esta noche .Elena fue corriendo al patio a buscar la
carreta. Al poco tiempo escucho la voz de su padre.
La
carreta en peso a moverse despacio hasta abandonar el pueblo.
Tardaron
más de una hora en llegar hay sus padre detuvo la carretera.
Entonces la tía Elena salió entere la paja –te ayudo –le dijo
una voz ronca.
Lo
que vio en los ojos de su padre no se lo olvida jamás .Así
estuvieron yendo y viniendo hasta que cargaron la carreta con
botellas.
Volvieron
por camino grande y tía Elena tarareaba un viejo amor.
Tenía
la espalda inquieta y la nuca de porcelana. Tenía un pelo castaño.
A la tía Charo le gustaba estar en el mundo .No perdía el tiempo
mientras hablaba cosía la ropa de sus hijos.
Nunca
la avergonzaba su pasión por las palabras si una tarde de junio,
acepto ir a unos ejercicios espirituales, “No levantaba falsos
testimonio ni mentía”. Él padre hablo de los grandes falsos
testimonios.
La
tía ,¿estaría llena de pecados mortales?.
En
puebla la gente puede llegar a querer con más fuerzas que en
otras partes ;solo que se toma su tiempo.
_No
hija _dijo el padre español.
-gracias
padre.-dijo la tía Charo.
No
era bonita la tía Cristina Martinez.Cumplio veinte años sin que
nadie le propusieran ni un simple noviazgo, cumplió veintiuno y sus
cuatros hermanas estaban casadas, cristina estaba quedándose para
vestir santos.
Emilio
Suarez era el hombre de sus sueños adolecentes de cristina. Sin
embargo se presentó en casa de cristina, para pedir, en nombre de su
amigo, un matrimonio.
Seis
meses después se casó con el señor Arqueros frente a un cura ,un
notario y los ojos de Suarez.
Un
año de carta fue y vino antes de aquella en que la tía cristina
refirió a sus padres la muerte insensata del señor arquero. Todas
quedaron con su pena, esperando que cuando se recuperen de conmoción
les escribiera un poco más. De eso hablaban un domingo, cuando la
vieron aparecer en la sala.
Llevaba
regalos para todos.
Cuentan
las malas lenguas que el señor Arqueros no existió nunca y que
Emilio Suarez dijo su primera mentira.
La
tía Valeria era fiel ,tan encantada siempre hablaba bien de su
marido.
Su
marido era un hombre común y corriente.
Gertrudis
alegre y activa.
-¿Cómo
hago para qué? –pregunto la tía Valeria.
-para
no aburrirte nunca-dijo la prima Gertrudis, a veces creo que tienes
un amante, la tía se rio –tengo uno cada noche.
-Como
si hubiera de donde sacarlos –dijo Gertrudis.
-Nada
más cierra los ojos –dijo, sin abrirlos –y haces de tu marido lo
que más te parezca: Pedro y Bogart.Aquien tú quieras, para quererlo
de distintos modos. Dicen que así hiso tía Valeria y por eso vivió
muchos años a gusto.
La
tía Fernanda dio por fin con la causa exacta de su extravió .Pero
fue la maldita cadencia que la saco de quicio.
Si
hubiera tenido un cinco de cerebro para instruir ese lio ,no hubiera
entrado en el. Tenía mucho que hace, tenía que enseñar catecismo a
los niños podres y costura a sus podres mamas, tenía que organizar
la colecta de la cruz roja.etc.
Lograr
que todas esas cosas sucedieran sin ninguna confusión.
-Primer
error: ser república-decía el-en lugar de haber agradecido la
sabiduría del emperador Iturbide.
-Si
mi vida-contesto la tía .No iba ella a discutir de política cuando
la vida la tenía ocupada con cosas más importantes.
Poco
a poco había acostumbrado, resumió la misa ,libero a los niños de
catecismo y le dejo la responsabilidad a su hermana.
Quién
lo diría ella que le tenía al desorden.
Horas
con la cabeza bajo la almohada, llorando, a su marido le dio entonces
por formar un partido democrático para oponerse al insolente PNR.
Paso
así más de un mes .Los ojos le habían crecido como sapos y en la
frente le habían salido arugas. Una mañana tía Fernanda nos
sorprendió el alivio. Estuvo media hora bañándose y al salir con
el pelo mojado y la piel lustrosa.
Al
terminar el trajín mañanero, la tía Fernanda se fue a misa como en
los buenos tiempos.
La
tía Carmen se enteró de que su marido la engañaba, sin más lo dio
por muerto. Su marido podría perder el tiempo, jugando cartas, pero
gastarlo en otra señora eso era tan increíble. A ella le dolió
como una maldición aquella verdad tan insierta.Lo borro del mundo
con tanta precisión, su suegra su cuñada y su madre estuvieron de
acuerdo en levarla a un manicomio.
La
tía Fernanda era la única visita de tía Carmen en el manicomio, a
parte de su madre. La tía Fernanda no aguanto más y le dijo a tía
Carmen te saco esa misma tarde del manicomio, quedo instalada en casa
de la prima Fernanda.
-Pensaba
cuando la veía a Fernanda quedarse dormida, revivió a su marido
muerto.
Al
día siguiente, amaneció empeñada en cantar para quererte a ti,
tras vestir y peinar. Luego se fue a buscarlo a Manuel para avisarle
que en su casa había sopa al medio día y a cualquier hora de la
noche.
El
día que murió su padre, la tía Isabel perdió la fe.
Cuando
la enfermedad empezó ella le pidió ayuda a santa Teresita, Santo
Domingo, san Agustín etc. Dé todos modos su papa murió.
-que
ideas tuyas morirte –le dijo –no te lo voy a perdonar nunca.
La
tía Chila estuvo casada con un señor al que abandono, un día como
cualquiera tía chila levanto a sus cuatro hijos y se los llevo a
casa de su abuela.
Era
una mujer trabajadora, llego a ser una de las proveedoras de las
tiendas más grandes del país.
Nadie
entendía como avía sido capaz de abandonar a un hombre que sus ojos
tenían la bondad reflejada. Ella lo abandono por que él estaba
celoso y le quiso pegar.
Una
tarde tía Rosa miro a su hermana como recién pulida, todavía
brillante.
Durante
horas oyes cada una de sus palabras tratando de intuir de donde
veian.Supo que esa noche su hermana fue menos brusca con ella, se
comportó como si le perdonara su vocación.
Así
que se fue a dormir en paz después de repetir al rosario.
Quién
sabe cómo sería su primer sueño. Sin embargo esa noche un sueño
insospechado.
Soñó
que su hermana se iba a una fiesta de disfraces. Era el aliento de
una comparsa de hombres. La muy dichosa
Paulina
Tras los héroes tenía veinte años cuando conoció a Isaac
webelman, un músico que se detuvo en puebla.
Venia
de Polonia y Sudamérica un hombre común de lo hombres entre los que
creció paulina.
La
tía Elisano le fue fácil dar con un marido que estuviera de Acuerdo
con ella.
Ambos
crecieron a sus hijos sin religión. Y los hijos crecieron sanos ,
hermosos y valientes.
La
tía mercedes seguía buscando quien sabe que cosas en el cuerpo del
hombre al que consideraba el amor de su vida.
La
tía Verónica era una niña de ojos profundos y labios delgados.
-he
pecado contra el sexto –dijo el sonido a punto romperse. La abrió
.Ahí estaba la delgada figura de la tía verónica, con sus enormes
ojos oscuros, su boca como desafío, su cuello largo ,su melena
corta.
-¿tu,
criatura?-dijo el padre-no sabes lo que estás diciendo.
Desde
entonces la tía verónica durmió y peco como la bendita que fue.
La
tía Eugenia conoció el hospital de san José hasta que pario a su
quinto hijo. La tía les tenía terror a los hospitales.
Ella
era buena amiga de su partera pero murrio dos meses antes que
naciera su ultimo hijo.
Después
de algunas horas de pujar. Pero nadie atino a solucionar aquel
desbarajuste así que su marido la llevo al hospital. Ahí cayó en
manos de tres doctores.
Solo
varias horas después la tía recobro el alma, pregunto por su niño.
Por fin entro a la sala cuna, entonces lo cargo dándole un beso y se
lo puso en la chicha izquierda.
Un
día Nalialia Esperanza, mujer de piernas breves y redondas chichis,
se enamoró del mar.
El
llamado del mar se hizo tan fuerte que ni su propia madre logro
convencerla del esperar siquiera media hora.
No
sabía por dónde era el camino, solo quería ir al mar.y al mar
llego después de un largo viaje hasta Marida y de una terrible
caminata tras los pescadores.
Eran
un viejo y un joven. El primer día caminaron sin parar.
Llegaron
hasta la tarde del día siguiente. La tía Natalia no lo podía
creer. Corrí al agua empujado por sus últimas fuerzas y se puso a
llorar sal en sal.
Sola
en la playa interminable toco sus piernas y todavía no era una cola
de sirena .hacia un aire casi frio, se dejó empujar por las olas
hasta la orilla
No
muy lejos estaba el viejo con los ojos extraviados en ella.
Se
tiro con la ropa mojada sobre la blanca cama de arena y sintió
acercarse al anciano, meter los dedos entre su cabello enredado y
explicarle que si quería quedarse tenía que ser con él porque
todos los otros ya tenía su mujer.
-con
usted me quedo.-dijo y se durmió.
Nadie
sabe cómo fue la vida de la tía Natalia en Holbox.regreso a puebla
seis meses después y diez años más vieja, llamándose la viuda de
UC YAM.
No
se casó nunca, nunca le faltó un hombre ,aprendió a pintar y el
azul de sus cuadernos se hizo famoso en Paris y en nueva York.
El
novio de Clemencia ortega no supo el fresco de locura y pasiones que
estabas destapando aquella noche.
Era
bonita la tía Clemencia, pero abajo los rizos morenos tenia
pensamientos y eso a la larga resulto un problema.
Fue
la tía Clemencia la que desabrocho su corpiño.
Así
que el novio no sintió nunca la vergüenza de los abusan. Hicieron
el amor en la despensa.
Cuando
el novio al que el había regalado en la despensa quiso casarse con
tía clemencia, ella le contesto que era imposible .El pensó que
estaba resentida porque en lugar de pedírselo antes se había pasado
en año.
Pero
no era por eso que tía Clemencia se negaba, si no por todas las
razones que con él no había tenido nunca.
-yo
creía que habías entendido hace mucho-le dijo.
-¿entiendo
que?-pregunto el otro.
-que
en mis planes nunca estuvo casarme.
-no
entiendo – ¿quieres ser siempre una puta toda la vida?
Cuando
tía clemencia oyó aquellos se arrepintió en un segundo de todas
las horas que le había dado.
-vete
–le dijo-vete antes que te cobre el dineral que me debes.
El
tuvo miedo y se fue.
Poco
después se casó con la hija de unos australianos, bautismo seis
hijos.
La
mañana de un martes, diecinueve años después de haber perdido el
perfume y la boca de la tía clemencia, un yucateco se presentó a
ofrecerle en venta la tienda de abarrotes. Fueron a verla .entraron
por la bodega de la tres tienda, un cuarto enorme lleno de semillas,
saco de harina y azúcar, cereales .yerbas de olor y demás producto.
De
golpe el hombre sintió un desorden en todo el cuerpo ,saco su
chequera para comprar la tienda, y salió corriendo ,hasta la casa de
tres patios donde aún vivía la tía clemencia.
Cuando
le dijeron que la buscaban un señor, ella bajo las escaleras
corriendo.
Ella
vio acercarse y quiso besar el suelo que pisaba esa dios convertida
la mujer de treinta y nueve años. Clemencia noto su turbación,
sintió pena por su barriga y su cabeza medio calva, por las bolsas
que empezaban a creérsele bajo los ojos.
-nos
hemos hechos viejos.
-no
sea buena conmigo. He sido un estúpido y se me nota por todas
partes.
-yo
no te quise por inteligente-dijo la tía clemencia con una sonrisa.
-pero
me dejaste de querer por idiota. Dijo el
-yo
nunca te deje de querer-dijo la tía clemencia.
-vamos
–dijo después, tomándolo del brazo. Entonces el dejo de temblar y
la llevo de prisa a la tienda que acabas de comprarse.
-apaga
la luz-pidió ellas cuando entraron a la bodega y el olor del orégano
envolvió su cabeza. Él extendió un brazo hacia atrás y en la
oscuridad re anduvo los veinte años de ausencia que dejaron de
pesarle en el cuerpo.
Dos
horas después, escarmenando el órgano en los rizos oscuros de la
tía Clemencia, le pidió de nuevo:
-cásate
conmigo.
La
tía lo beso despacio y se vistió aprisa.
-¿A
dónde vas?-le pregunto el cuándo la vio caminar hacia la puerta.
-pero
me quieres-dijo él.
-si-dijo
ella.
-¿Más
que a ningún otro?-pregunto él.
-igual-dijo
ella.
-eres
una…-en pensó a decirle el cuándo clemencia lo detuvo.
-cuidado
con lo que dices porque te cobro, y no te va al cansar con las
treintas panaderías.
Después
abrió la puerta y se fue.
La
mañana siguiente clemencia recibió en su casa las escrituras de
treinta panadería y una tienda de abarrotes venían en un sobre con
una tarjeta que decía: “SOS una terca”.
Fátima
Lapuente fue novia de José Limón durante diez años.
Todo
empezó la noche de una fiesta en el campo .desde el fin de la tarde,
prendió un fogata enorme. Alrededor en la lumbre se fueron sentado
los invitado.
José
limón tenía una guitarra.Empenzo cantando la historia del jinete
que vaga solo en busca de su amada solo necesito eso la tia Fátima
para perderse en él.
Quien
sabe cuál habría sido su precio encantado .La tía Fátima nunca
pudo explicarlo con claridad .La pena de ver como sus amigas se
casaban una y otra, tenías hijos usaban las camas de sus recamaras
llenas de encajes y cojines , solo para entender el juego al que ella
y limón se entregaban ,muchas tardes.
Entonces
los noviazgos eran largos, pero nunca tan largo como el de la tía
Fátima.
Después
de los dos primeros años. Tras a la muerte del abuelo que parecía
único pretexto para no deshacerse del rancho.
Solo
la tía Fátima supo siempre que no había para cuando. Que Limón
era inasible ,que no le daría nunca una casa ni ella ni a nadie.
Llevaba
diez años de escandalizar con su eterno noviazgo.Lo mataron un
dia.agaristas.
-No
fueron los agrarista-dijo la tía Fátima con firmeza ,antes de ir
besa el cadáver, se hinco junto a él, acariciando con una mano.
Mandó a comprar un petate para envolver su tesoro, y lo velo como si
fuera un indio, rodeado de velas y lágrimas, durante toda la noche.
Al
día siguiente camino frente a los amigos que lo cargaron y lo
echaron a la tierra oscura.
Más
tarde la tía Fátima escribió en su diario:
“hoy
enterramos el cadáver de José, llorando y llorando, como si su
muerte fuese posible:
Nunca
se casó. A nadie quiso y a nadie se le ocurrió intentar quererla,
no tenía hijos.
Cuando
murió la tía Fátima, cincuenta años más tarde que José Limón,
la enterraron bajo el mismo fresco que a él. La noche del día en
que se acostó para morirse escribió en su diario.
“Creo
que el amor, como la eternidad, es una ambicion.una hermosa ambición
de los humanos.
Un
día el marido de la tía Magdalena le abrió la puerta que llevaba
una carta dirigida a ella. Nadie consideraba eso violación de la
intimidad, menos aun falta de educación. Así al que recibir aquel
sobre tan blanco, lo abrió. El mensaje decía:
MAGDALENA:
Como
siempre que hablamos del tema termina llorando y te confundes en la
locura de que nos quieres a los dos con la misma intensidad, he
decidido no volver a verte. No creo imposible deshacer de mi deseo
por ti, alguna vez hay que despertar de los sueños. Estoy seguro de
que tu no tendrás grandes problema en olvidarme. Acabar con este
desorden nos hará bien a los dos. Vuelven al deber que elegiste y no
llames ni pretendas convencerme de nada.Alegandro
El
marido de la tía Magdalena guardo la carta , le puso pegamento. La
rabia le puso la oreja colorada y los ojos húmedos. Su mujer y los
niños habían ido al desfile de 5 de mayo.
Si
algo en la vida el quería y respetaba por encima de su mujer .al dia
siguiente tía se levantó y fue en busca de correo.
Entonces
dio con la carta, se la llevó al baño junto a su recamara, no le
vasto la cantidad de lágrimas que derramo.
Junto
a casa de la tía Cecilia se murió un a viejita. Con el paso de los
años y el cambio de los tiempos , la tía Cecilia , hija única ,se
casó con un hombre conservador y generoso que resulto un desastre
para los negocios pero un genio para la fertilidad ,de modo que
menos de una década le hizo seis hijos y le gasto su herencia.
Era
tan precavida la tía Mar que dejo comprado el baúl de olinala en
el que deberían poner sus cenizas.
Tía
Mari tuvo una amiga del corazón. Una amiga con la que hablaba de sus
pesares y sus dichas , una amiga que estuvo sentada junto al
cofrecito sin hablar con nadie durante todo el día y toda la noche
que duro el velorio.
A
los ciento tres años Rebeca paz y puentes no había tenido más
enfermedad que aquella que desde un principio pareció la última.
Le
quedaron vivos cinco hijos de los trece. Había enterado a su marido
hacia casi medio siglo. Llevaba seis meses tan grave que cada noche
se le hacía imposible llegar a la mañana. Hasta que por fin murió
una noche.
lorenaAl
marido de Laura Guzmán le gustaba que su recamara diera a la calle.
Era un hombre de costumbres cuidadosas y horarios pertinentes.
Al
contrario de su marido ella era un desvelada de oficio. Le gustaba
darse que hecares cuando la casa por fin estaba quieta, ir y venir
del sótano a la cocina.
-¿Por
qué vivía ella con aquel marido hecho de disiplina?quien sabe.
Ella no lo sabía y según sus reflexiones nocturnas ya tampoco tenía
mucho caso que lo investigara. Iba quedarse ahí, con él. Porque así
lo había prometido en la iglesia.
Tía
pilar y tía Marta se encontraron una tarde varios años despues.
La
misma gente les había transmitido las manías, el mismo valor. Cada
una a su modo había hecho con todos esos algo distinto.
La
tía pilar tenia los mismo ojos trasparentes con que miraba el mundo
a los onces años, pero tía marta encontró en ellos el ímpetus
que dura hasta la muerte en la mirada de quienes van pasando por un
montón de líos.
Se
encontraron en el vestíbulo del hotel palase en Madrid.La tía
Cecilia estaba una nieve de limón. Él se acercó con el novio de
algunas y quedo presentado como Diego Alzina, el primo español.
Luego beso muchas veces al hombre aquel que de tan fino no parecía
español sino húngaro.
Jorge
cubilla y los otros invitado al campo comentarin al día siguiente
que la próxima boda sería la de ellos dos.
-¡Qué
bien follan las india!-dijo él una vez, en la torre del campanario
de la iglesia de la santísima.
Pero
en esa época hasta por el último rinco de puebla empezó a helarse
de los abusos de Alza y la piratería de la tía Celia.
-A
la gente le cuesta trabajo soportar la felicidad ajena, el se hubiese
casado con la tía completa en menos de un mes, para que en menos de
seis meses la rutina lo hubiese convertido en un burocrática
domestico que de tanto guardar una mujer en su cama termina viéndola
como si fuera una almohada.
Hacia
bien en irse y así se lo dijo a la tía Celia, a quien primero lo
miro como si estuviera loco y luego tuvo que creerle.
Así
paso el tiempo hasta que llego a la ciudad un pianista hurgano, la
tía Celia le pidió a Jorge cubrirla que le presentara al hombre
aquel.
Se
casaron veinte diez después de conocerse.
A
veces la tía Mónica no quería hacer ella.Destestaba su pelo y su
bariga.Por eso ella misma se cortó el pelo que le llegaba hasta la
cintura y que tanto le gustaba a su marido tan amoroso.
El
amante de la tía Teresa era un hombre de manos suaves y ojos
feroces.
Era
correcto como el mediodía o desatado como el mar en la noche.
Cien
noches intento descifrarlo. Parecía insensible.
Su
amante se llamaba Ignacio Lagos.
A
la tía Mariana le costaba mucho trabajo entender lo que le había
hecho la vida.se había casado con u hombre de bien, empeñado en el
bien común. De remate, su marido era guapo como Maximiliano, por si
fuera poco, era rico.
Pero
ella lo engañaba con un hombre suave y silencioso el amante de la
tía Mariana.
Copiar
Había una luna a media noche que desquicio para siempre los
ordenados sentimientos de la tía Inés Aguirre.
Porque
la noche aquella, bajo la luna, el hombre le dio un beso en la nuca
como quien bebe un trago de agua. De algo tenía que servir ella,
alguien tendría que recordar su luz despidiendo la tarde, y ese
alguien fue Inés Aguirre: La luna la empujo hasta el fondo de unos
brazos que la cercarían para siempre.
En
un cuaderno escribió la última vez que supo hacerlo: “cada luna
es distinta. Cada luna tiene su propia historia. Dichoso aquel que
puede olvidar su mejor luna”.
La
tía Ofelia, era una mujer de brazos fuertes y expresiones
juguetonas, tenía una risa clara y contagiosa que supo soltar
siempre en el momento adecuado. Nunca nadie se atrevió a
acompañarla.
Aquellas
dos mujeres eran cada una el gajo de una trenza. Las dos encontraron
la misma noche a los encendidos corazones que les tomarían la vida.
La dos cruzaron por noviazgos más o menos decorosos, las dos
terminaron casandose.Las dos compartieron la inquietud de la barriga
preñadas por primera vez.
Eran
idénticas las hermanas Gómez, solo las distinguía la presión de
algunos gestos.
Un
día-dijo la tía Marcela sabes tengo una bolita medio rara en el
pecho izquierdo.
La
tarde siguiente fueron a visitar al doctor, mientras la tía Marcela
se dejaba revisar los pechos. Le dijo el doctor tienes cáncer.
Desde
entonces, la tía Jacinta no dejo sola a su hermana ni un minuto.
La
noche del día en que enterraron a su hermana Marcela, la tía
Jacinta exhausta de velar durante meses.
La
tía Daniela se enamoró como se enamoran siempre las mujeres
inteligentes.
Era
tan sabía que ningún hombre quería meterse con ella, por más que
tuviera los ojos de miel y una boca brillante.
Un
día, así como había llegado, se fue sin despedir siquiera. Se
quedó casi ciega en tres meses, una joroba le creció en la espalda.
Pasaron
meses para que recuperen y quiso viajar Italia.
Amelia
Ruiz encontró la pasión de su vida en el cuerpo y la voz de un
hombre prohibido .Durante más de un año lo vio llegar febril hasta
el borde de su falda. Ella se dejó besar sin arrebato y sintió el
silencio de la costumbre. Ella salió corriendo hasta su casa y no
quiso saber más de aquel amor.
Durante
mucho tiempo se dejó que Amanda Redoda era hija de Antonio Sánchez
, el compadre de su papa.
-me
llamo Antonio Sánchez-Dijo él.
-Ahi
.De usted es de quien supone que soy hija
-¿y
aquel ha vuelto?¿a casarse conmigo? Porqué yo de hija suya no tengo
ni la estampa, ni las ganas.
Rodoreda.tu
eres hija mía.
-muy
bien. Qué bendición. Soy tu hija. Entonces me quiero casar con tu
amigo.
Amanda
es tu hija y por eso se va a casar con su otro papa.
Un
año después Daniel Redorada desfilo por el pasillo central de santo
Domingo llevando del brazo a su hija Amanda. La entrego en matrimonio
a don Antonio Sánchez ,su mujer amigo.
Tía
José Rivadeneira tuvo una hija.se dedico a contemplar más de tres
semanas. Entonces la expugnable vida quiso caer sobre la niña una
enfermedad en cinco horas convirtió su viveza en un sueño. La cargo
hasta el hospital. Una mañana sin saber, la causa, iluminada solo
por los fantasmas de su corazón ,se acercó a la niña y empezó
contarle las historias de sus antepasadas. Quién había sido,que
mujeres tejieron sus vidas.
Durante
muchos días recordó, imagino, invento :cada minuto de cada hora
disponible hablo sin tregua en el oído de su hija. Por fin, al
atardecer de un joven, mientras contaba, su hija abrió los ojos y la
miro ávida y desafiante.
El
marido de tía José dio las gracias a los médicos.
Solo
ella sabía a quienes agradecen la vida de su hija. Solo ella supo
siempre que ninguna ciencia fue capaz de mover tanto ,como la
escondía en los ásperos y sutiles hallazgos de otras mujeres con
los ojos grandes y sutiles hallazgos de otras mujeres con los ojos
grandes.
Al
final de su vida cultiva violeta.Tenia un cuarto luminoso que fue
llenando de flores.
Murió
rodeada de pariente sin consuelo, metida en su bata de seda azul
brillante, con los labios pintados disgusto porque la vida no quiso
darle más de ochenta y cinco años.
Esparza
tuvo,igual que todas sus hermanas ,las piernas flacas,grandes los
pechos.
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