Arráncame la Vida
Esta
es la historia de Catalina Guzmán y el general Andrés Ascencio que se
conocieron en los portales (Puebla), ella tenía menos de 15 y el mas de 30
años.
Catalina
vivía con su familia,
Mientras
Andrés se dedicaba a su carrera política.
Ellos
tuvieron 2 hijos Verania y Sergio, que para catalina fue un periodo de
depresión ya que se encontraba sola, porque él compuesta por sus padres y 5
hermanos, los cuales Andrés se fue ganando
su confianza contándoles historias en la que siempre resultaba
triunfante.
En
sus primeros años de casado todo marchaba bien. Ella pasaba su tiempo en clases
de cocinas, cabalgando, y con sus amigas. viajaba constantemente por su candidatura,
pero como si fuera poco Andrés quiso
ser responsable y hacerse cargo de sus hijos con otros matrimonios , que
Catalina desconocía.
Durante
su candidatura Andrés comenzó una gran campaña visitando pueblos y encomendando
a catalina labores para ayudar a los pobres y enfermos. Una vez que Andrés gano la candidatura a gobernador,
Catalina comenzó a conocer en verdad a su esposo, descubriendo su corrupción.
Las
elecciones para presidentes comenzaban y Fito el compadre de Andrés, se postuló
como candidato a presidente del república y decidió darle una mano enviando a
Catalina a realizar una gira nacional para mantenerlo informado y asesorarlo.
Cuando
termino el mandato de Andrés en Puebla se fueron a vivir a México. Catalina
que se encontraba triste, ya que había
fallecido su padre, por eso Andrés la nombro su secretaria para pasar más
tiempo con ella, la llevaba a todas partes y mientras él trabajaba ella paseaba
por la capital, donde conoce a Carlos, gran amigo de Andrés y se enamora.
Con
el tiempo los encuentros entre Catalina y Carlos se hacían más frecuentes que
hasta se hijastra, su chofer y criada se dieron cuenta sin decirle nada al
general.
Pero
ella sentía miedo de que se enterara y lo asesinara como hiso con muchas
personas. Un día Carlos desapareció y días después apareció muerto.
La
familia Ascencio se fue a vivir nuevamente a Puebla, el tiempo paso y Andrés
había envejecido drásticamente, se la pasaba tomando te de hiervas, las cuales
le hacían mal pero no le llevaba el apunte. Una tarde enfermo y antes de morir
firmo un testamento repartiendo sus bienes a sus hijos.
En
el entierro Catalina recordaba lo infeliz que fue su vida y pensaba que haría
de ahí en adelante con su libertad.
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