Los ojos del perro siberiano
Biografía del autor: Antoni Santa Ana
Nació en Buenos Aires en 1963, tiene tres hijos. Es
escritor, editor y especialista en literatura infantil y juvenil. Tiene
publicados, además de los ojos del perro siberiano (su primer libro), ella
cantaba (en tono menor), nunca seré un superhéroe (zona libre) y los
superfosforos (torre de papel azul).
informe
Este cuento trata la vida de una familia que vivía en San
Isidro, tenían dos hijos y una casa grande. El menor de los hijos recuerda su
vida de niño cuando su hermano Ezequiel, tras una discusión con su padre se va
de la casa, el decide hablar con su hermano y preguntarle porque discutió con
su padre, Ezequiel le contesto que tenía sida, allí conoce as sacha un perro
siberiano de Ezequiel, un día el muchacho se fue a comprar libros y encontró
uno de María Elena Walsh, leyó una parte y se acordó que Ezequiel le cantaba la
misma canción cuando era bebe, se mareo y se fue corriendo hasta que llego a un
un rio. Para su cumpleaños Ezequiel le regalo un disco de Diré Straits “brother
in arms” (hermanos abrazados). Después de un tiempo el muchacho le conto a su
amigo Mariano que su hermano tenia sida, Mariano no lo entendió y se fue. En el
año nuevo todos pasaron en la casa de la abuela (también Ezequiel). Cuando le
dio su crisis por primera vez Ezequiel tenía que tomar una medicina fuerte, entonces le recomendaron ejercicios,
Ezequiel le conto al muchacho que le gustaba caminar con sacha porque era el
único que lo miraba siempre de la misma manera por eso le pidió que lo cuidara,
pero su padre lo mando con su abuela. Un día en casa de Ezequiel el muchacho
encontró un chelo y Ezequiel le conto que le gustaría poder tocar la suite n°1
en sol mayor de Bach. Cuando cumplió 13 años Ezequiel le interpreto su propia
versión de la suite n°1. Los últimos días de Ezequiel el muchacho lo paso junto
a él. Ezequiel le dijo que era irónico que él lo acompañara en sus últimos días
cuando él le enseño sus primeros pasos, Ezequiel murió junto a su hermano. El
muchacho se fue a estudiar a EE.UU y se llevó el chelo pero nunca aprendió a
tocarlo. Después de varios años el muchacho vuelve al rio de aquella vez, el
agua, las piedras, los árboles, el viento, son los mismos, pero el ya no.
Opinión personal: Este cuento nos demuestra la realidad de
algunas personas, que por tener una enfermedad no hay que aislarse y que la familia
siempre tiene que estar unida para salir adelante, no como en el caso de
Ezequiel toda su familia le dio la espalda.
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