martes, 11 de agosto de 2015


                                             PERRAMUS DIENTE POR DIENTE
                                                           -Juan sasturain-


Perramus es la historia de un hombre que elige el olvido. Huyendo de los cadavéricos Mariscales que rigen la ciudad de Santa María, trasunto de Buenos Aires, por pertenecer a un grupo clandestino conocido como V.V.V. (Vanguardia Voluntarista para la Victoria), el protagonista llega a un burdel llamado El Aleph, donde se le presentan tres prostitutas: María (el placer), Rosa (la suerte) y Margarita (el olvido). El hombre opta por el olvido. A partir de ese momento no recordará nada, ni siquiera su nombre. 
Lo conoceremos por la marca de su abrigo, Perramus.
Efectivamente, tras un breve paso por un país que tiene la apariencia de un decorado de western y cuyos habitantes actúan de acuerdo con los estereotipos del género (metáfora de la colonización cultural y la voracidad del capitalismo), Perramus y sus compañeros entran en contacto con una célula del V.V.V., la organización revolucionaria a la que pertenecía el protagonista antes de perder la memoria, que les encomienda la misión de contactar con Borges y obtener de él una serie de informaciones. Si hasta ese momento la trama discurría con aparente improvisación, la irrupción del autor de El Aleph posibilitará una mejor estructuración del relato, de manera que toda la acción posterior girará en torno a su figura. La expresiva exactitud con que Brecciaretrata a Borges contrasta su caracterización como personaje, muy alejada de su referente real. Sasturain y Breccia imaginan a unBorges que se convierte en algo tan insospechado como la conciencia libertaria que guiará a Perramus, Canelones y el Enemigo en su lucha contra el totalitarismo en Santa María y, por extensión, en toda Suramérica. Será el escritor argentino quien proponga las acciones que el trío protagonista debe ejecutar para restaurar la conciencia espiritual del país y sus habitantes, derrocando la dictadura. Como cabría esperar, la suya no será una resistencia violenta sino lírica, volcada en la ficción, simbólica.

Sin lugar a dudas, gran parte del interés de Perramus reside en la construcción de Borges como personaje. Si la obra del escritor argentino es en la actualidad objeto de reconocimiento y admiración unánimes, su personalidad y más concretamente su posicionamiento político resultan mucho más controvertidos. Las ocasiones en que Borges se pronunció explícitamente acerca de su ideario político fue para proclamarse como un individualista extremo, que antepone la libertad personal a cualquier forma organizada de poder. El componente idealista, casi evasivo, de esta forma de pensamiento contrasta con la realidad que le tocó vivir, la inestabilidad y sucesivos golpes de Estado que se vivieron en Argentina a lo largo de todo el siglo XX y que desembocaron en la cruel dictadura de las Juntas Militares de los años 80. Los gestos y manifestaciones respecto a ésta fueron diversos y contradictorios, lo cual resulta coherente con la personalidad esquiva del escritor. Lamentablemente célebre es la frase que Borges dedicó a Jorge Videla: "Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno". También es cierto que más adelante se manifestaría en favor de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo e incluso reprobaría el gobierno de las Juntas Militares una vez que estas fueron depuestas. Se mire como se mire, el ciudadano Borges no sentía hacia el llamado Proceso de Reorganización Nacional la repugnancia que hoy nos provoca el mismo. Es por ello que, siendo uno de los objetivos más explícitos de Perramus el hacer escarnio de dicho régimen, resulta interesante la introducción de Borges como personaje, más aún si, como hacenSasturain y Breccia, se reconstruye con unos rasgos alejados del referente auténtico. "Es Borges... tal y como me hubiera gustado que fuera", diría el periodista en una entrevista. En efecto, todo lo que en lo personal resultaría reprobable o al menos discutible desaparece, siendo sustituído por una clara conciencia antitotalitaria desconocida en el Borges real. ¿No se menciona siempre aBorges cuando se habla de los escritores olvidados por el Nobel? ¿No merecería este Borges depurado el Nobel de Literatura aún más que el real? Sasturain y Breccia corregirían esta injusticia histórica en el cuarto y último libro de la saga, Diente por diente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario