Perramus:
diente por diente
El presente libro cuenta las aventuras de tres hombres (Perramus,
Canelone, enemigo) quienes se encuentran después de 2 años por la llamada del
maestro Borges.
Mientras esperaban a Borges
se presenta una confusión con dos hombres, quienes realizan un
intercambio con los bolsos que cada uno tenía.
Más tarde se dan cuenta de lo sucedido porque el otro bolso
poseía un cráneo. Entoces se dirigen al departamento de Borges donde encuentran
a los hombres de la confusión.
Borges les explica que les encomendaría un trabajo, deben
reconstruir la dentadura del cráneo de Carlos Gardel.
El más interesado era el escritor Gabriel García Márquez, ya
que a medida que transcurría las aventuras. El escribía una novela.
Gabo García Márquez poseía todas las pistas para
reconocerlos, una de ellas era que cada
uno de los dientes tenía la marca “EE”
El primer diente (el morocho), se encontraba en Bs.As. Y lo tenía
el general Frangote y mediante artilugios lograron obtenerlos.
El segundo diente (el zorzal) lo tenía Frank Sinatra y
tuvieron que viajar a las vegas para obtenerlo pero también allí se
encontraban otros hombres con el mismo
objetivo. Entonces se desato una pelea, donde Perramus golpea a Sinatra y
obtiene el diente.
El tercer diente se encontraba en la habana en poder de
Fidel castro, juntos con otros objetivos pertenecientes al Chegue vara.
El cuarto, quinto y sexto (mudo, morocho y bronce) los
encontraron en el país donde encontraron a un viejo amigo de Gardel quien les
entrego los dientes.
el séptimo diente (la sonrisa) se encontraba en Londres
donde conocen a un joven protestante por las Malvinas y el les indica el medio
de conseguirlo pero cuando llega Perramus conoce a otro hombre interesado en
robar el diente, Perramus lo delata y quien la posee se lo obsequia en
agradecimiento.
Los últimos dientes se encontraban en Nueva York en un
geriátrico en poder de dos mujeres una de ellas se lo entrego (el francesito) a
cambio de un video de una película con Gardel, en cambio la otra estaba
shockeada por un descubrimiento que ella ya no lo poseía lo había robado un
japonés, al encontrarlo se dieron cuenta de que otro hombre les había
adelantado y entonces lo obligaron a tomar laxantes porque este lo había
tragado al verlos, así lo consiguieron. Al terminar regresaron a argentina y
juntos en el departamento reconstruyeron la sonrisa de Gardel.
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