Se trata de unitarios y federales, estaban en
tiempo de cuaresma, en ese tiempo faltaba la carne y ocurrió una abundante
lluvia que causo que los camino se inundaran ¨el fin del mundo está por venir¨
decían, los unitarios incrédulos empezaron a asustarse. El matadero estuvo 15 días
sin ver una sola cabeza vacuna por la inundación, los pobres, niños y enfermos se
alimentaban con huevos y gallinas como nadie podía come carne estos se pusieron
carísimos. El muy católico restaurador
pidió providencias para la población. El decimosexto día de la carestía
entraron al matadero 50 novillos gordos que era poco para una población
acostumbrada a consumir diariamente de 250 a 300 novillos. El primer novillo
muerto se lo regalaron al restaurador. Luego de haber matado a los animales
quedo uno pero no era novillo sino un toro, que no podían atrapar, en un
momento el lazo prendió del asta y al tironear se desprendió y le corto la
cabeza a un niño, los jinetes no vinieron que el niño había sido degollado y
siguieron en busca del toro. Después de haberlo corrido una hora el toro
regreso al matadero, lo enlazaron y llego matasiete, lo degolló y toda la
chusma que se encontraba allí proclamaba a matasiete vencedor. De pronto vieron
que un unitario se acercaba, matasiete fue en busca de él y quiso degollarlo
pero el juez del matadero ordeno que se lo llevara a la casilla, cuando estuvieron
allí lo ataron a una mesa y se ordenó que lo desnudaran, entonces el unitario
nos soportó y esto comenzó a salir sangre de su nariz y boca, los federales
quedaron inmóviles y dijeron que solo le quisieron hacer una broma.
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