Otro cuento de mar: en este capítulo cuenta la
historia de una familia que vivía en la provincia de Chaco, eran tres, su padre
trabajo en la marina, su madre era ama de casa, su padre siempre le contaba
historias del Gigante (el océano), así que el chico siempre tuvo la ilusión de
conocerlo. Su padre un día le dice “vas a conocerlo enseguida”, fueron de viaje
desde Barranqueras hasta Corrientes y luego a Buenos Aires, el viaje duraba
tres días, en esos días se encontraron con parientes y compartieron los días,
con otros tíos y tías se fueron al hotel España, en lo que llamaron a su padre
diciendo que Tía Dominga estaba muy mal, su padre muy triste le dice a su hijo
que no podrá conocer al gigante que lo perdone, tía Dominga falleció dos
semanas después y luego volvieron al Chaco. Pudo conocer el océano a los 20
años.
Juan y el sol: llovía tanto que parecía que el mundo
se estaba licuando, había llovido un mes así.
Mi padre decía que era la lluvia más larga que había caído
en toda la historia del Chaco. Un amigo de él se estaba muriendo, en aquella
época una enfermedad era incurable. Fueron a verlo con su tío y con Venancio
que era otro amigo. Hacía varios meses que el amigo de Juan Saravia estaba
enfermo, él era un salteño.
Durante años recorrieron juntos todo el noroeste y después
Juan se retiró a vivir junto al río solo.
Por aquella temporada el sol escaseaba y eso era la muerte
segura. Campos y caminos estaban todos inundados, porque había llovido cuatro
semanas seguidas, Chaco parecía un inmenso mar. El sol era tan necesario para
los campos como para el amigo tuberculoso.
La noche anterior tío Mingo se comunicó con Puerto Bermejo y
comunicaron que Juan estaba muy mal, así que partieron al mediodía. Mientras
Venancio conseguía una escalera, papa y tío Mingo se dirigieron a comprar dos
brochas y tres tarros de pintura. Al poco tiempo murió Juan.
Opinión personal: Este libro no me gusto, no fue lo que esperaba.
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